Mamá
Siempre que te llamaba, Cruzando la vieja puerta
Cual cántaro de agua tibia, Tu voz era mi respuesta
Me recibia tu abrazo, Como perfume de nardos
Y yo ponia en tus manos, Mi triste cuerpo cansado
Han pasado muchas tardes, a tu puerta sigo llamando
Para acudir a llevarte, Mi soledad mi cansancio
Las paredes no devuelven, Tu agua tibia de cántaro
Ni tus rincones esconden, El suave olor de tu abrazo
Quisiera al cielo robar, La voz tuya en pedazos
Y sin perfume dejar, La flor que se llama nardo
Traerlos hasta tu casa, jugando que oiré respuesta
Cuando te llame mamá, cruzando la vieja puerta...